Andrea Rodríguez
‘Lo que nos queda' hoy..., como el arte


Huele a café, té y bizcocho. Entre las conversaciones de los clientes y el trasiego de los camareros, en Samadhi Coffee & Tea, las paredes acogen diez pinturas sobre lienzo y cristal, Lo que nos queda, una exposición de Andrea Rodríguez Sánchez (Pamplona, 1997). Habitaciones vacías, esqueletos que viajan en autobús, cadenas o rostros semiescondidos son como metáforas de esa extraña y persistente soledad contemporánea, donde todos estamos a un clic, pero muy lejos. O podemos mirarnos con el móvil y hacernos preguntas sobre el sentido de sobrexponernos en las redes. Para que no haya dudas, esta artista y diseñadora acompaña las imágenes con unos folletos explicativos e incluso con música.
Como muchos jóvenes, cuenta con un extenso currículum. Estudió en la Universidad de Niza, es diseñadora gráfica, tatuadora, pintora..., y habla inglés, francés y algo de italiano. Y, sin embargo, lleva dos años en el paro, aunque tiene encargos esporádicos. Vive con sus padres en Úcar y sueña con independizarse y tener su estudio de arte. “Por suerte, mi madre me apoya y me anima a seguir adelante”, explica. Quizá por eso o por ser su personalidad, reflexiona con una mezcla de críticas certeras y desencantadas y una sonrisa serena.
Hablamos a partir de un poema en prosa suyo, por el que se cuelan las imágenes: dos piezas centrales, "Moderna Soledad" -4 cuadros pequeños- y Ways of seeing me -3 grabados sobre cristal-, así como 3 “fragmentos del mismo mundo, nacidos del mismo temblor”: Futuro Roto, Chains y Deseo. “Crecimos creyendo que todo era posible./ Que el futuro sería un lugar amable,/ que bastaba con esforzarse, con soñar un poco más”. Los jóvenes actuales pasan muchos años estudiando: grados, máster, idiomas... “Nos dijeron que si estudiábamos mucho tendríamos un buen futuro”, recalca. “Pero cuando te incorporas al mundo laboral ves otra realidad”. Trabajos precarios y mal pagados, “practicas” que se eternizan... “Hay quien dice que los jóvenes no queremos esforzarnos”, indica. “Pero no es así, a mí me han rechazado de supermercados, por estar sobrecualificada”. Licenciatura en Arte y Comunicación, Máster en Diseño, 5 años como diseñadora creativa...“Nos educaron para un mundo que ya no existe./Y aquí estamos, sobreviviendo en ruinas que no construimos,/ intentando mantener la calma mientras todo tiembla?”.
Pero es que no solo está el problema laboral. Es también este mundo de hoy, esa “moderna soledad” que vaga por sus lienzos, en forma de sábanas arrugadas o mesa para uno...“Estamos a un clic de todo, pero nunca estuvimos tan lejos. Hay “una distancia invisible”, lo individual se impone a lo colectivo... y suena “un ruido constante”, estamos “saturados”, tanto que acabamos “apagando la mente para sobrevivir”. O refugiándose. “Cuando pinto me olvido de todo”. Intenta captar esa emoción “suspendida” en el aire, ese fragmento del día... “Nos dijeron que la felicidad era una meta./ Pero aprendimos que a veces solo se trata de seguir, de encontrar sentido en lo pequeño, /de sostenernos con lo que queda”. Queda sobrevivir y seguir adelante. “No nos queda otra”, sonríe. “Nos queda el arte (...) / Nos queda seguir creando, /incluso cuando el mundo no nos deja espacio/”. Andrea pinta, tatúa, hace cerámica y joyería. “Mi sueño era ser arquitecta, pero la carrera aquí es carísima...”.
Siendo vistos
Hoy vivimos enganchados a las redes. “Ya no nos vemos: nos vemos siendo vistos”. “Do you like what yo see?” reza uno de los grabados sobre cristal. Unas ideas que le rondan desde que leyó el libro Ways of Seeing de John Berger. “¿Qué parte de lo que vemos sigue siendo nuestra?”. Consumimos objetos, ideas, incluso cuerpos. Y la mujer sigue siendo la más presionada y observada... “¿Cómo me construyo yo para ser consumida por otros...?”.
Llega el momento de la despedida o de un hasta luego.“Porque esto -esta búsqueda, esta tristeza compartida, esta ternura que sobrevive al desencanto-/ también es vida./ Esto es lo que nos queda/”. Y es que Andrea Rodríguez solo espera que alguien se pare un poco a reflexionar, a descubrirse. Por eso y porque ama la música, también ofrece una lista de canciones con las que perderse y entrar con ella “al lugar donde todo comenzó”.
Entrevista y texto Mª Jesús Castillejo.
Foto: Eduardo Buxens


Futuro roto. Técnica mixta sobre lienzo 89x116 cm. 2024.


La pintura del dolor. Técnica mixta sobre papel 46x62,5 cm. 2020.
Obras
elegidas por la artista


El ojo roto. Grafito 50x70 cm. 2016


22-22. Técnica mixta sobre lienzo 18x24 cm. 2025


13-13. Técnica mixta 120x140 cm. 2015
