Noemí Gamboa Gamboa

Pintora de óleo y pasión

Noemí en Trocadero con su exposición
Noemí en Trocadero con su exposición

Con Noemí Gamboa Gamboa es fácil apasionarse con el arte porque ella transmite pasión con la voz, con las manos y con todo su ser. Y eso que la suya ha sido más bien “una vocación tardía”, como ella misma cuenta. Aunque nacida en León en 1964, vive en Pamplona desde los 2 años, salvo un tiempo que pasó en Bruselas. Pero no corramos, paso a paso. A Noemí el arte siempre le ha gustado, de una manera u otra. Recuerda que de pequeña se le iban los ojos tras la pintura, pero la vida le llevó primero por otros derroteros. Se casó con un funcionario de la Comunidad Europea y con 27 años y un hijo pequeño se fueron a vivir a Bruselas.

Al principio, explica, se dedicó a ser ama de casa, madre y voluntaria en tareas solidarias. Pero en la capital comunitaria “vas pisando arte”, en sus propias palabras. Se apuntó a un curso de restauración de muebles, hizo amigas y con ellas iba a galerías, a subastas… y se enteró de que algunas acudían a clases de pintura. Y la animaron a probar. Se apuntó en la Escuela de Bellas Artes El canto de un pájaro, aunque tuvo que empezar haciendo dibujo porque en pintura no quedaban plazas. Pero a los seis meses quiso probar color y el profesor la animó. Y se dio cuenta de que “podía valer”. Probó el óleo, la acuarela, etc. pero al final se decidió por el óleo, que trabajó a fondo durante algo más de dos años allí y del que ya no se ha separado nunca. En cambio sí que se separaron ella y su pareja y por ello regresó a Pamplona, donde siguió dando clases, en concreto con la profesora Begoña Barber.

Pero la necesidad apremiaba y tuvo que ponerse a trabajar, por lo que durante un tiempo no tuvo tanto tiempo para pintar. No obstante, acabó retomando su pasión con fuerza y ya con la intención de intentar vivir de ello, si bien reconoce que “es muy difícil”. “He llegado casi a pasar hambre”, admite. En cuanto a su estilo, empezó haciendo figurativo pero un día descubrió por internet el mundo del dripping -técnica pictórica característica de la Action Painting, una de las modalidades de la pintura abstracta y que consiste en pintar mediante goteo, vertido, etc.-. Durante un tiempo se apasionó con esta técnica del que fue máximo exponente Jackson Pollock.

Residuos y recuperar la "pincelada"

Hasta que un día se dio cuenta de que aquella forma de pintar “generaba mucho residuo contaminante” y, además, echaba en falta “la pincelada”, explica, ese “toque” que tiene cada artista cuando pinta… Así que regresó al óleo, aunque mezclando con texturas, sin poder evitar ese afán de probar nuevas cosas. Esa fue su tercera etapa. Y en la cuarta llegaron “las burbujas”, en plena pandemia. Entonces le dio por reutilizar todo: antiguos lienzos que rasgaba y volvía a montar creando otra cosa -no deja de ser un proceso de deconstrucción y reconstrucción- En esto le influyó haber visto a un artista italiano, Lucio Fontalba, que rasgaba los lienzos… O aprovechaba los trapos que usaba para limpiar los pinceles porque veía en ellos manchas que le parecían atractivas… De ahí nació lo que ella denominó “jirones” y “burbujas”, una serie de cuadros creados con esos procesos y que además se vendían bien. Y es que Noemí se deja llevar por impulso, instinto, quién sabe, solo el artista lo sabe. Otra fase fue cuando descubrió que una serie de mercerías cerraban y vendían baratos los maniquíes, y pensó que algo podría hacer con ellos. Así que los pintó, los adornó, los recreó… y llegó a hacer una exposición entera con ellos.

Si alguien quiere ver un poco todas estas etapas, no tiene más que pasarse por el bar Trocadero, en Iturrama, donde Noemí Gamboa expone una retrospectiva de su obra -en total, 15 creaciones- hasta el próximo 31 de agosto. Está además encargada en otro bar de gestionar las exposiciones y mientras tanto sigue pintando, ahora con más calma quizá, pero con igual pasión. Eso sí, ha dado la vuelta y regresado al óleo figurativo. Actualmente prepara un nuevo proyecto centrado en retratos de mujeres. Y no podemos contar más, por el momento. Tendrán que esperar.

Texto y foto: María Jesús Castillejo.

Flores. Acrílico sobre lienzo. 100x100 cm. Empastes con espátula y pincel.

Acrílico de flores
Acrílico de flores
Retrato de Frida Kahlo
Retrato de Frida Kahlo

Obras de Noemí

Retrato de Frida Kahlo. Óleo sobre lienzo. 65x54 cm. Óleo y pincel.

Jardín maximalista. Acrílico, tintas y vertido.
Jardín maximalista. Acrílico, tintas y vertido.

Tempo de mujer. Busto en material plástico. Composición de flores y elementos reciclados.

Tempo de mujer. Composición de flores y material reciclado
Tempo de mujer. Composición de flores y material reciclado

Jardín maximalista. Acrílico, tintas y vertidos. 192x96 cm.

Olivos. Óleo sobre lienzo
Olivos. Óleo sobre lienzo

Olivos. Óleo sobre lienzo. 40 x 40 cm. Óleo con pincel.